ACTA LEER JUNTOS

Así ocurrió la otra tarde en la sesión de Leer Juntos. Nos visitó Laura Bordonaba, autora de “Polar” y  a pesar de sus relatos heladores, la tarde discurrió en un ambiente cálido que nos llenó de satisfacción. Y es que todos los días no se tiene a una autora a pocos centímetros compartiendo un trozo de torta y un buen te-café calentito.

Han sido muchas las evocaciones que la lectura de “Polar” ha provocado en las personas del grupo. Algún relato nos volvía hacia la angustia que Pierre Lemaitre nos hizo sentir con “Vestido de novia”. Otros, al “Cuento de la criada”. Nos recuerda a Lucia Berlin y su forma de escribir. Coincidimos en que es un libro escrito “desde las tripas”, y que son como semillas que se pueden desarrollar.

Laura, la autora, nos comenta que en España, hay reticencias para leer cuentos. Nos cuenta que tienen su dificultad de redacción porque en poco espacio tiene que haber intensidad. Nos dice también que pone mucho cuidado en los principios y en los finales. Así lo corroboramos quienes hemos leído “Polar”. A veces, nos hemos tenido que parar para releer una frase que te ha impactado o que te ha dado un giro en la cabeza. Es verdad que el título hace alusión al carácter frío, cortante del libro.

Pasamos a comentar de dónde salen las ideas. Laura nos cuenta que “El estor” es fruto de dos conversaciones que oyó casualmente. Vemos que la familia está muy presente y que es fuente de inspiración por muchos aspectos: los hermanos, el hijo que muere, el hermano sustituto… Aunque la autora no es madre en el libro hay cuentos en los que aparecen madres, todas diferentes. Volvemos a recordar a Lucia Berlin, madre atípica. Laura nos comenta que muchas personas leen el primer cuento, y ya no siguen “no es para mí” dicen, por lo helador del relato.

Le preguntamos sobre el proceso de edición del libro. Nos cuenta que no pensaba publicar pero que fue la editorial, Pregunta,  la que leyendo sus textos en las redes sociales se puso en contacto con ella. Su primer libro fue “Sobreexposición” y el titulo expresa eso, una sobreexposición propia de la autora al mundo de los lectores. Hablamos de la mirada literaria, que todos podemos tener, porque a todas las personas nos pasan cosas, solo hay que ponerles otra mirada. Nos cuenta su entrada de este día: ha nevado y ella escribe:
Laura nieve (1)
A raíz de este comentario, alguna persona le va a enviar conversaciones que oye por motivos de trabajo y que pueden ser fuente de inspiración para los relatos de Laura.

Le decimos que nos gusta su lenguaje, es sencillo incluso cuando cuenta hechos terribles. Nos aporta que, cuando hay envergadura emocional, lo mejor es buscar palabras sencillas. En este punto de la conversación sale “Decálogo del insomnio” y hacemos un paralelismo con las greguerías. Le decimos que los ambientes están bien descritos aunque no haya grandes párrafos dedicados a la descripción. No nos ha gustado a casi nadie “Tragachicos” y a ella tampoco. En cambio “Arañazos” nos ha vuelto a la infancia, donde muchos, por no decir todos, éramos un poco… vamos, que molestábamos a los demás.

Y ha salido el cuento en el que se aborda el acoso, lacra de hoy y tan vieja como la vida misma. Innombrada, pero no por ello inexistente en nuestra infancia. Hablamos pues, de las cosas que aparecen cuando se las nombra: padres ausentes, madres que pierden hijos… lo que no se nombra no existe.

Le preguntamos por el futuro: Laura va a continuar activa escribiendo en las redes sociales. Va a seguir con el tema de la maternidad, la ciencia ficción, quizás una novela. En este momento vuelan los contactos para que nos agregue como “amigas” en sus redes y así poder seguirla.

Amablemente nos firma los ejemplares que hemos llevado, le obsequiamos con un bizcocho casero y le agradecemos enormemente el que nos haya visitado.

Quedamos en vernos el 13 de abril, tras las vacaciones de Semana Santa. El libro, es elegido por Laura: “Apegos feroces” de Vivian Gornik, en el que aborda las relaciones madre-hija.

Con abrazos y agradecimientos mutuos, nos despedimos. Hasta abril y gracias mil, Laura por habernos acompañado esta tarde.